Cosas que hacer en Groenlandia, la isla más grande del mundo

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Si te preguntas qué hacer en Groenlandia, esta vasta isla ártica ofrece experiencias inolvidables que combinan paisajes únicos, historia rica y tradiciones ancestrales. Situada entre el océano Atlántico y el Ártico, Groenlandia es la isla más grande del mundo, aunque gran parte de su superficie está cubierta por una inmensa capa de hielo, dejando solo las zonas costeras habitables y llenas de vida.

Su geografía es imponente, con fiordos profundos, glaciares colosales y montañas que se elevan dramáticamente desde el mar. La historia de Groenlandia está marcada por la presencia de los inuit, que llegaron hace miles de años, y los vikingos, que establecieron asentamientos en la Edad Media (una epopeya que queda reflejada en dos maravillosas sagas medievales: La Saga de Erik El Rojo y la Saga de los groenlandeses).

El clima de Groenlandia varía según la región y la temporada. Durante el verano, las temperaturas pueden ser agradables, especialmente en el sur, y los días largos permiten disfrutar del sol de medianoche. En invierno, el frío extremo se combina con noches largas, ideales para observar las auroras boreales. La mejor época para visitar Groenlandia depende de tus intereses: entre junio y agosto para senderismo, navegación y vida salvaje, y entre septiembre y abril si buscas aventuras invernales o auroras.

Llegar a Groenlandia requiere algo de planificación, ya que no hay vuelos directos desde muchos países. La mayoría de los visitantes llegan a través de Reikiavik (Islandia) y Copenhague (Dinamarca), con vuelos a Nuuk (la capital), Kangerlussuaq y otros aeropuertos. A partir de junio de 2025, también se podrá volar desde Newark (EE.UU.). Una vez allí, moverse por Groenlandia implica usar barcos, helicópteros o aviones pequeños, ya que no existen carreteras que conecten las diferentes ciudades y pueblos debido a su terreno accidentado.

Entre las actividades más destacadas que Groenlandia tiene para ofrecer se encuentran navegar entre los icebergs de Ilulissat, explorar los glaciares de Eqip Sermia, avistar ballenas y fauna ártica, recorrer los fiordos y conocer la cultura inuit en pueblos tradicionales. Además, las experiencias únicas como observar auroras boreales, caminar por el Círculo Polar Ártico o participar en festivales locales enriquecen cualquier visita.

Groenlandia es un destino único que promete una conexión profunda con la naturaleza y la cultura del Ártico. Cada rincón de esta tierra cuenta una historia, y cada actividad invita a descubrir su magia. A continuación te mostramos algunas de las mejores cosas que hacer en Groenladia, uno de los escenarios más remotos y fascinantes del planeta.

Visitar la Catedral de Nuuk

Visitar la Catedral de Nuuk, también conocida como la Catedral de Nuestro Salvador o Annaassisitta Oqaluffia, es una oportunidad para apreciar un símbolo icónico de la capital de Groenlandia. Construida en 1849, esta iglesia de madera roja con techo a dos aguas y una elegante torre blanca es un ejemplo destacado de la arquitectura tradicional danesa en Groenlandia. Su ubicación pintoresca, con vistas al puerto de Nuuk y rodeada por montañas, la convierte en un lugar tranquilo y fotogénico.

El interior de la catedral es acogedor y sencillo, reflejando la espiritualidad y la funcionalidad de los lugares de culto en el Ártico. A menudo se utiliza para servicios religiosos, bodas y eventos culturales. Además de su valor histórico y arquitectónico, la catedral es un punto de partida perfecto para explorar los alrededores de Nuuk y sumergirse en su historia y cultura.

Disfrutar de los museos de Nuuk

La capital del país alberga varios museos que ofrecen una visión completa del pasado y presente de esta región ártica.

El Museo Nacional de Groenlandia es el más destacado, conocido por su colección de artefactos inuit, incluidos los famosos cuerpos momificados de Qilakitsoq. También exhibe herramientas, ropa, y embarcaciones tradicionales, además de explorar temas como la colonización y el cambio climático.

El Museo de Arte de Nuuk es otro lugar imperdible, donde se puede disfrutar de una colección diversa que incluye pinturas, esculturas y grabados, reflejando la creatividad y las tradiciones artísticas de Groenlandia. Además, el Katut Glassip y otros espacios culturales ofrecen una plataforma para artistas contemporáneos y exposiciones temporales.

Admirar el pueblo de Qaqortoq y su museo

Visitar el pueblo de Qaqortoq es una oportunidad para explorar uno de los asentamientos más pintorescos y culturales de Groenlandia. Conocido por su encanto, sus coloridas casas y su ubicación junto a los fiordos del sur de la isla, Qaqortoq ofrece una experiencia tranquila y enriquecedora.

Uno de los puntos destacados es el Museo de Qaqortoq, ubicado en un edificio histórico que data de la época colonial danesa. Este museo alberga una colección de artefactos inuit y coloniales que narran la historia de la región, incluyendo herramientas, ropa tradicional y objetos relacionados con la vida cotidiana de los antiguos habitantes. También explora la influencia de los colonos europeos y el encuentro de culturas en Groenlandia.

Además del museo, Qaqortoq es conocido por su proyecto artístico al aire libre, Stone & Man, una serie de esculturas grabadas en rocas por artistas locales e internacionales, que añaden un toque creativo al paisaje natural. La visita a este pueblo combina cultura, historia y arte en un entorno sereno y auténtico.

Explorar las ruinas de la iglesia de Hvalsey

Ubicada cerca del asentamiento de Qaqortoq, esta iglesia es uno de los vestigios mejor conservados de la antigua colonización nórdica en la isla, datando del siglo XIV. Construida con piedras locales, sus paredes aún se mantienen firmes, ofreciendo una visión fascinante de la arquitectura y el ingenio de los colonos vikingos.

Además de su importancia histórica, el entorno que rodea las ruinas es impresionante, con verdes paisajes en verano y vistas al océano Ártico. Según los registros históricos, este lugar fue escenario de la última boda documentada de los colonos nórdicos antes de su misteriosa desaparición en el siglo XV (supuestamente relacionada con la Pequeña Edad de Hielo, que se dio entre los siglos XIV y XIX, un claro antecedente del actual cambio climático).

Conocer la cultura inuit en pueblos locales

En muchos pueblos groenlandeses puedes interactuar con los habitantes, aprender sobre sus costumbres, probar platos tradicionales como el suaasat (sopa de carne de foca) y escuchar historias transmitidas de generación en generación.

Muchos pueblos ofrecen talleres donde se puede observar a los artesanos trabajando en tallas de hueso, madera o piedra, creando piezas que reflejan su conexión con la naturaleza y el espíritu de su entorno. Además, las festividades locales, los cantos y las danzas tradicionales brindan una visión más profunda de su herencia cultural. Explorar estos pueblos permite apreciar no solo su rica historia, sino también su capacidad para adaptarse y prosperar en un entorno extremo.

Recorrer el fiordo helado de Ilulissat

El fiordo helado de Ilulissat, también conocido como Ilulissat Icefjord, es un lugar impresionante en la costa occidental de Groenlandia, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este sitio alberga el glaciar Jacobshavn (Sermeq Kujalleq), uno de los más activos del mundo, que desprende enormes icebergs que flotan majestuosamente por el fiordo hacia el océano.

La belleza del paisaje se combina con la serenidad del entorno, ofreciendo oportunidades para realizar caminatas, recorridos en barco y observar la majestuosidad del hielo en constante movimiento. Es un destino ideal para quienes buscan experimentar la inmensidad de la naturaleza ártica y aprender más sobre el impacto del cambio climático en estas regiones.

Descubrir el glaciar Eqip Sermia

Eqip Sermia se encuentra cerca de Ilulissat y es famoso por su actividad constante, con enormes bloques de hielo que se desprenden y caen al agua, creando un espectáculo natural impresionante. Los visitantes pueden acercarse al glaciar en barco, disfrutando de vistas privilegiadas de sus imponentes paredes de hielo y del entorno ártico que lo rodea.

Además, hay opciones para realizar caminatas guiadas por los alrededores, lo que permite explorar la tundra y apreciar la inmensidad del paisaje. Este lugar combina la majestuosidad del hielo en movimiento con la tranquilidad del Ártico, ofreciendo una experiencia única y memorable.

Avistar ballenas en la costa

Durante los meses de verano, especies como la ballena jorobada, la ballena minke y, en ocasiones, la ballena azul visitan las aguas árticas para alimentarse. Los fiordos y las áreas costeras cercanas a ciudades como Nuuk, Ilulissat y Qeqertarsuaq son excelentes puntos para disfrutar de esta experiencia.

Los tours en barco ofrecen una vista inigualable de estos gigantes marinos, mientras los guías locales comparten conocimientos sobre su comportamiento y la importancia de su preservación. El avistamiento de ballenas en el entorno espectacular de Groenlandia combina la emoción de la naturaleza con una profunda conexión con el océano Ártico.

Navegar entre icebergs en kayak

Deslizarse por aguas cristalinas rodeadas de colosales bloques de hielo flotante permite una conexión íntima con la naturaleza ártica. Los kayaks, inventados por los antiguos inuit, son ideales para explorar estrechos canales y acercarse a los icebergs de forma silenciosa y respetuosa.

Durante la travesía, es posible observar la majestuosidad de estas formaciones heladas, escuchar los crujidos de los bloques de hielo al moverse y, con suerte, avistar fauna marina. Es una actividad que combina aventura, historia y paisajes de una belleza incomparable.

Realizar excursiones en trineo tirado por perros

Las excursiones en trineo tirado por perros son una experiencia única, especialmente en las regiones del norte y este, donde esta tradición es parte integral de la vida cotidiana. Este medio de transporte ha sido utilizado durante siglos por los inuit, y hoy en día ofrece a los visitantes una oportunidad de explorar el vasto paisaje ártico de una manera auténtica y emocionante.

Durante el recorrido, se atraviesan glaciares, tundras nevadas y fiordos congelados, mientras se disfruta del sonido rítmico de los perros y el crujir de la nieve bajo el trineo. Los guías locales, conocidos como mushers, comparten historias y conocimientos sobre la cultura y la vida en Groenlandia, haciendo de esta actividad una inmersión en la tradición y la naturaleza.

Observar fauna ártica como bueyes almizcleros y renos

Observar fauna ártica en Groenlandia permite admirar especies únicas adaptadas a uno de los entornos más extremos del planeta. Entre los animales más icónicos se encuentran los bueyes almizcleros y los renos. Los bueyes almizcleros, conocidos por su grueso pelaje y aspecto prehistórico, habitan principalmente en el este y el norte de Groenlandia. Son una especie emblemática del Ártico, famosa por su capacidad para sobrevivir a temperaturas extremadamente bajas.

Los renos, por su parte, se encuentran en varias regiones del país, especialmente en las zonas del sur y oeste, donde se mueven en manadas en busca de alimento. Estos animales son parte integral de la cultura inuit y del ecosistema local.

La mejor manera de observarlos es a través de excursiones guiadas, que combinan senderismo con la oportunidad de aprender sobre la fauna y su papel en el entorno ártico. Con un poco de paciencia y suerte, puedes disfrutar de encuentros inolvidables con estas criaturas en su hábitat natural.

Contemplar auroras boreales

Entre septiembre y abril, cuando las noches son largas y el cielo despejado, el espectáculo de luces danzantes en tonos verdes, púrpuras y rojos ilumina el horizonte ártico. Los mejores lugares para presenciar este fenómeno incluyen Nuuk, Ilulissat y Kangerlussuaq, donde la contaminación lumínica es mínima.

Además de su belleza visual, las auroras tienen una profunda conexión con las leyendas inuit, que las consideran manifestaciones espirituales o mensajes del más allá. Contemplar este fenómeno natural bajo el silencio del Ártico es una experiencia inolvidable que conecta al visitante con la inmensidad del universo.

Groenlandia es un destino que combina paisajes de una belleza indescriptible, una cultura rica y actividades únicas que satisfacen a cualquier viajero en busca de experiencias memorables. Desde navegar entre icebergs y avistar auroras boreales hasta explorar asentamientos históricos y sumergirse en las tradiciones inuit, las posibilidades son infinitas. Si estás pensando en qué hacer en Groenlandia, esta tierra ártica te invita a descubrir su naturaleza salvaje, su historia fascinante y su capacidad para ofrecer aventuras que se quedarán grabadas en tu memoria. No importa la época del año, Groenlandia siempre tiene algo especial para ofrecer a quienes se atreven a explorarla.

Héctor García, periodista y viajero. Actualmente editor del blog de viajes insulares IslasViajeras.com

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