Qué hacer en Bali: 4 experiencias inolvidables

Invitado

Bali es una isla súper completa. Así que si estás pensando en visitarla, te animo a hacerlo. Y es que tiene todo lo necesario para marcarte unas vacaciones inolvidables. Playas, selva, montañas y volcanes, templos preciosos, terrazas de arroz y cascadas espectaculares. Y la lista no acaba aquí. También encontrarás pueblos tradicionales, mercados locales y una cultura súper rica en arte, danza y ceremonias religiosas. Así que si estás planteándote qué hacer en Bali, no te preocupes porque seguro que hay opciones para ti. 

La oferta turística en Bali es enorme. Puedes encontrar desde deportes acuáticos y surf hasta yoga, meditación, senderismo y experiencias gastronómicas. Y, aunque hay experiencias que parecen geniales sobre el papel, a veces no resultan tan auténticas y acabas con un sabor bastante agridulce. Ahí está el verdadero reto de planificar tu viaje. 

Hace un mes, volví a Bali y una de las conclusiones a las que llegué es que es clave escoger bien las zonas que vas a visitar y las actividades que quieres hacer para que no te ocurra esto que te comentaba. Así que hoy quiero aprovechar este espacio de Raido Viajeros para compartir contigo mi top 4 de experiencias en Bali y darte algún consejito que otro para tu viaje.

¿Por qué se habla tan mal de Bali?

Ya hace tiempo que escucho opiniones bastante negativas sobre Bali y, siendo sincera, algo de razón tienen. Pero, ¿cómo ha pasado Bali de ser un destino súper top a ser catalogado como una “turistada”? Ya te digo que esto no viene de ahora. 

Lamentablemente, ciertas zonas de la isla llevan años desarrollando un modelo turístico que promueve la masificación y la occidentalización con cafeterías de brunch, beach clubs, resorts de lujo, coworkings y un largo etcétera. Vamos, que lo han puesto todo a punto para que entre turismo internacional a punta pala.

Y, como ya sabemos, todo acaba teniendo consecuencias.

  • En temporada alta, parece que ciertas zonas de la isla van a explotar. No cabe un alfiler. De hecho, el tráfico es terrible en zonas que antes eran muy tranquilas y se hacen colas de hasta horas para algunos puntos turísticos.
  • La presión ambiental es evidente. El descontrol turístico hace que se generen toneladas de basura extra y Bali no tiene las infraestructuras suficientes para procesarlas, lo que hace que los desechos terminen en los ríos o en el mar. 
  • El turismo masivo acentúa desigualdades. Por ejemplo, muchos resorts y villas privadas consumen enormes cantidades de agua para piscinas y jardines, mientras que aldeas locales sufren escasez en la temporada seca. Además, la gentrificación ha hecho que muchos balineses se vean desplazados por el aumento de precios de la vivienda.
  • Muchos de los campos de arroz se han convertido en terrenos urbanizados para alojamientos turísticos. Y no en la línea tradicional, sino en construcciones pensadas para Instagram con poca conexión con la arquitectura balinesa.
  • La pérdida de autenticidad en la cultura balinesa también es obvia. Se transforman rituales o tradiciones y se convierten en espectáculos para el turista, dejando de lado la parte íntima y espiritual. 

Cualquiera que sea un poquito observador percibirá todo esto que te comento al pasar unos días en Bali. Pero también te tengo que decir que generalizar nunca es bueno. Y en este caso, hay que matizar que esto ocurre sobre todo en el sur de la isla, en zonas como Canggu, Kuta, Nusa Dua o Uluwatu, mucho más orientadas al turismo de masas y donde se ha ido borrando buena parte de la cultura local. Por eso, es normal que quienes buscan el Bali más espiritual y auténtico y centran su viaje solo en el sur, puedan llevarse un buen chasco.

Pero, oye, lo último que quiero yo es quitarte las ganas de viajar a Bali. Más bien, todo lo contrario. Me encantaría que este artículo te anime a explorar y a ir más allá de las zonas más típicas. Y es que la isla todavía conserva rincones intactos, donde podrás conectar con su esencia cultural y descubrir su lado más auténtico.

Y una vez hechas las advertencias, vamos con mis propuestas de experiencias en Bali para que te vayas de la isla con una buena sonrisa. 

Nadar con tortugas en Amed Beach

¡Prepara tubo y máscara de snorkel porque los vas a necesitar para lo que te voy a proponer! Y es que, si te preguntas qué hacer en Bali, ver tortugas verdes en Amed es una de las experiencias más especiales que puedes vivir. Y lo mejor es que puedes hacerlo por tu cuenta, sin tours organizados, al este de la isla.  

Amed es un pequeño pueblo de pescadores, donde la vida gira en torno al mar. En cuanto llegues, verás redes extendidas sobre la playa y barcos tradicionales “jukung” descansando en la orilla. El ambiente es súper relajado y la mayoría de las construcciones son casas bajas, hostales y bungalows frente al mar.

En Amed Beach, tienes el Turtle Point (aparece en Google Maps). Si nadas un rato por allí, es muy probable que veas tortugas verdes cerca de la orilla. Yo siempre que he ido, las he acabado encontrando, aunque, a veces, me ha requerido más paciencia que otras. También podrás ver corales y peces tropicales.

Además del Turtle Point, en Amed hay puntos de snorkel increíbles como Japanese Wreck, Lipah Beach, Selang Beach y Jemeluk Bay. Son geniales para explorar la vida marina sin necesidad de bucear. Solo necesitas tu equipo de snorkel y ganas de disfrutar.

En las playas, encontrarás chiringuitos que alquilan equipo: aletas, tubo y máscara por unas 50.000 IDR, o solo tubo y máscara por 20.000 IDR.

Y, como extra, no te pierdas los atardeceres en Amed Beach, con el monte Agung de fondo. Tómate algo fresquito, siéntate en la arena y contempla uno de los paisajes más bonitos que puedes ver al viajar a Bali.

Visitar las cascadas del norte de Bali

¡Vamos con otro plan que suma puntos a Bali como destino! Más allá de sus templos hinduistas y sus playas para practicar surf, si por algo es famosa la isla es por su belleza natural
El norte y el este de Bali son destinos perfectos para quienes buscan estar en contacto con la naturaleza. Pueblecitos como Munduk, Banjar, Sambangan o Sidemen cuentan con arrozales en terrazas, plantaciones de café y clavo, aguas termales y senderos por bosques tropicales. Pero, sin duda, una de las experiencias más chulas que hacer en Bali es visitar alguna de sus cascadas, que son uno de los grandes atractivos naturales de la isla y, en su mayoría, siguen intactas.

Por si te puede ayudar a decidirte, por aquí te dejo una pequeña lista de las cascadas más bonitas:

  • Gitgit Waterfall (entre Singaraja y Bedugul) con un paseo cortito para llegar en entorno verde y frondoso
  • Aling-Aling Waterfall (Sambangan) con toboganes naturales
  • Golden Valley Waterfall (Munduk) son dos cascadas gemelas con piscina natural
  • Banyumala Twin Waterfalls (Munduk) cuenta con un paisaje súper virgen y una altura de casi 40 metros
  • Tukad Cepung Waterfall (Bangli) es muy especial porque se crea un efecto de cueva iluminada gracias al agua cae entre enormes rocas y los rayos del sol
  • Gembleng Waterfall (Sidemen) ofrece pozas tranquilas perfectas para nadar con caminos preciosos antes de llegar

¡Te aseguro que ninguna de estas cascadas te decepcionará!

Si quieres seguir explorando el norte y el noreste de Bali, por aquí te dejo una guía completa de la zona con los planes que no puedes perderte.

Bucear en el USAT Liberty 

Para el siguiente plan que te propongo nos tenemos que ir hasta Tulamben, otro pueblecito pesquero súper tranquilo cerquita de Amed y el paraíso para los amantes del mar. Y es que Tulamben es el lugar perfecto para bucear o iniciarte en el buceo en Bali. Sus aguas son tranquilas y cálidas y cuenta con puntos de inmersión chulísimos.

Como te comentaba, la vida marina allí es espectacular. Puedes ver especies como peces pipa, peces loro, morenas, nudibranquios, tortugas, tiburones de punta negra, barracudas, pulpos y caballitos de mar… y, si tienes suerte, ¡hasta mantas o mola-mola!
Una de las inmersiones más impresionantes es el USAT Liberty, un barco hundido con una historia súper interesante. Este carguero estadounidense se construyó en 1918 para transportar animales y suministros.

En plena Segunda Guerra Mundial, en 1942, fue atacado por un submarino japonés cerca de Bali. Quedó tan dañado que tuvieron que remolcarlo hasta la costa de Tulamben, donde terminó encallado en la arena.

Y la historia de este pecio no acaba aquí. Y es que, tras permanecer en la playa más de 20 años, una erupción del monte Agung en 1963 lo desplazó al mar, donde hoy forma un arrecife artificial lleno de corales, esponjas y peces, que es espectacular. Así que tienes vida marina y barco hundido. ¡Todo en uno! Por eso, bucear en este barco es una de las mejores cosas que puedes hacer en Bali.
Además del USAT Liberty, en Tulamben puedes disfrutar de otros puntos de buceo como el Drop Off, Seraya Secrets, el Pecio Boga o Batu Belah. También geniales para disfrutar de la flora y la fauna marina de Bali.

Disfrutar de atardeceres increíbles en el sur

Vale, vale… ya sé que te he contado que el sur de Bali está muy masificado y que tiene poca autenticidad si lo comparamos con otras zonas más tradicionales de la isla. Pero también es cierto que lugares como Kuta o Canggu son una buena opción para pasar la última tarde antes de tu vuelo, ya que están muy cerca del aeropuerto de Denpasar y, además, cuentan con rincones espectaculares para ver el atardecer.
Uno de mis favoritos es Legian Beach, en Kuta. Una playa larguísima, de arena fina y ancha, muy popular entre surfistas. No es casualidad que cada tarde se junte aquí tanta gente. A lo largo de la orilla, encontrarás un montón de chiringuitos donde sentarte a tomar algo mientras contemplas cómo el sol va cayendo y el cielo se llena de tonos anaranjados. Muchos niños locales salen a volar sus cometas a esa hora y se crea una estampa preciosa.

Otro lugar que no puede faltar es Tanah Lot, un templo hinduista construido sobre un islote. Es uno de los siete templos marinos de la costa balinesa y su nombre significa “Tierra en el mar”.

Está considerado uno de los rincones más mágicos para disfrutar del atardecer en Bali. Yo lo corroboro. Es precioso ver cómo va escondiéndose el sol, mientras las olas del mar rompen contra las rocas. Suele estar muy concurrido, pero merece la pena pasear por el recinto y vivir ese momento.

Otras actividades que vale la pena hacer en Bali

Y por si mi top 4 te ha parecido poco, por aquí te dejo una pequeña lista con otras experiencias chulas que puedes vivir en Bali. 

  • Llegar hasta Pura Besakih, situado en la falda del monte Agung. Es conocido como el templo madre de Bali y no es para menos. Dentro del complejo hay nada menos que unos 80 santuarios repartidos por la colina.
  • Pasear por los arrozales de Sidemen, un paisaje que parece un tapiz verde extendiéndose entre colinas. Son terrazas que regalan una estampa de postal y un entorno perfecto para desconectar.
  • Conocer Pura Lempuyang y Tirta Gangga, dos de los templos más icónicos del este de Bali. El primero es famoso por sus “puertas del cielo”, desde donde, en los días despejados, se enmarca el volcán Agung, el más alto de la isla. A pocos kilómetros se encuentra Tirta Gangga, un palacio con jardines de agua, estanques repletos de peces y esculturas.
  • Recorrer el Campuhan Ridge Walk, un sendero que atraviesa campos de arroz y vegetación tropical. Es un paseo tranquilo y cortito pero lleno de encanto, con vistas espectaculares todo el tiempo.
  • Descubrir los templos hinduistas de Ubud, el corazón cultural de la isla. Opciones hay muchas, pero yo te recomiendo el Pura Tirta Empul, el Pura Taman Saraswati y el Pura Gunung Kawi. Además de su belleza, representan a la perfección la espiritualidad y el simbolismo balinés y son paradas imprescindibles para adentrarse en la cultura local.

Ahora ya sabes un poquito más de Bali, con sus luces y sus sombras. Pero, te aseguro que si sabes escoger bien, acabarás teniendo una experiencia preciosa en la isla. 

Espero que mi artículo te haya ayudado a decir qué hacer en Bali y disfrutes muchísimo de la Isla de los Dioses.

¡Muchas gracias por leerme!

La autora:

Soy Iria, periodista de Barcelona. Hace unos ocho años descubrí el placer de viajar y desde entonces no he parado, sola o acompañada (si la compañía es buena, mejor aún). Me encanta compartir experiencias porque creo que todo se disfruta más en buena compañía.

Llevo siete años trabajando en marketing digital, aunque lo que realmente me apasiona es la creación de contenidos: escribir, investigar, comunicar y dar forma a historias que se complementen con imágenes y detalles.

¡Y te cuento mis aventurillas en Daleunavueltaalmundo.com!

Instagram: http://www.instagram.com/iriasalcedo 

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